Uno de los objetivos de cualquier profesor de Lengua es fomentar en el alumnado el placer por leer, para lo cual es conveniente habilitar un espacio y un tiempo para la lectura dentro del aula, crear un clima adecuado que la favorezca y potenciar, al mismo tiempo, una actitud crítica y reflexiva ante lo leído.
Con este propósito, durante la 3ª evaluación se les ofreció a los estudiantes de 4º de la ESO del IES Barandiaran la posibilidad de elegir libremente una obra literaria adecuada a su edad y a sus gustos, y dedicar una hora a la semana a su lectura en clase. Los libros seleccionados fueron muchos, tantos como variadas son las personalidades, preferencias e inclinaciones de los chicos y chicas de estas edades. Así, hubo personas que se decantaron por las novelas de aventuras mientras que otros prefirieron las novelas románticas, la ciencia ficción o las historias fantásticas. Tampoco faltó quien eligió alguna novela histórica o se inclinó por la novela gráfica. No hubo, en este sentido, restricciones de ningún tipo y cada cual pudo elegir aquello que quiso leer. La única condición es que fuera de su agrado, de tal manera que si alguien empezaba a leer una obra y no le gustaba, tenía permiso para dejarla y empezar otra nueva.
Además, después de cada sesión de lectura, dedicábamos unos cinco minutos a que los alumnos completaran su diario de lectura y recogieran en él, también de forma libre, aquellas impresiones y reflexiones que había suscitado en ellos lo que acababan de leer.
Para finalizar, realizaron una reseña oral que convirtieron en código QR con el propósito de que sus compañeros y compañeras conocieran de primera mano qué habían leído, qué les había gustado de ese libro y por qué lo recomendarían. De hecho, las recomendaciones lectoras hechas por adolescentes para adolescentes es una de las muchas maneras de promover el hábito lector entre las personas de esta franja de edad, que suelen inclinarse más hacia otras actividades y consideran la lectura, en general, como algo ajeno a sus intereses. Esperamos que este trimestre de lectura reflexiva y en silencio dentro del aula haya servido para encender en aquellos alumnos menos proclives a leer –a los otros ya los tenemos ganados de antemano- una pequeña chispa que los conduzca por el fascinante mundo de la literatura.
He aquí algunas de las lecturas seleccionadas por el alumnado de 4º de la ESO. El largo verano que tenemos por delante puede ser un buen momento para adentrarnos en ellas:
Además, mi labor como profesora de Lengua y Literatura durante todos estos años me ha permitido hacer una selección, más o menos amplia, de aquellas obras que suelen contar con más adeptos entre mis estudiantes. Están ordenadas alfabéticamente por autores:
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