Durante cuatro semanas aproximadamente, hemos puesto en marcha en 4º de la ESO una propuesta didáctica titulada “Estereotipos y roles de género en publicidad”. Se trata de una adaptación del REA “¿Cómo nos vemos? ¿Cómo nos ven?” diseñado por Bloggeando y enmarcado dentro del Proyecto EDIA del CeDeC.
El producto final de este proyecto consistía en diseñar carteles y vídeos en contra del sexismo en publicidad. Pero, como en todo proyecto, lo importante no era el producto final sino el camino que era necesario recorrer para llegar a él. En este sentido, hemos intentado reflexionar acerca de un hecho fácilmente constatable y comprobado: en qué medida la publicidad es el espejo en el que se mira la sociedad y hasta qué punto influye en el individuo como ser social y tiende a perpetuar los estereotipos de género. Así, analizando los anuncios de mediados del siglo pasado, hemos podido comprobar que en aquellos años la publicidad estaba revestida de una indisimulada carga sexista que provoca un rechazo inmediato a los ojos de una persona del siglo XXI. Sin embargo, y aunque hemos avanzado mucho, también hemos podido constatar que aún estamos rodeados de anuncios publicitarios con tintes discriminatorios y sexistas, en ocasiones tan sutiles como peligrosos. De hecho, el peligro radica precisamente en que estamos tan acostumbrados a ver cierto “toque” machista en la publicidad actual que nos hemos vuelto inmunes a ello. Por este motivo, son muchas las personas que ven esta situación como algo normal, o que incluso la aceptan sin cuestionarla, lo cual no deja de ser un obstáculo si queremos avanzar hacia una sociedad más igualitaria y justa.
Tras esta fase de sensibilización y reflexión inicial, hemos estudiado los mecanismos que utiliza la publicidad para lograr su propósito persuasivo y estar, así, en condiciones de diseñar nuestra propia campaña publicitaria en contra del sexismo y la perpetuación de los estereotipos de género que se empeñan en mantener algunas marcas comerciales a la hora de publicitar sus productos.
No obstante, nos hemos encontrado con varios problemas a lo largo de todo este recorrido: el desconocimiento, desinterés e incluso falta de sensibilidad respecto a este tema que pudimos percibir entre el alumnado de 4º de la ESO, tal como se manifestó en una encuesta inicial que llevamos a cabo antes de iniciar el proyecto. Esto, por desgracia, no hizo más que corroborar los resultados de un estudio realizado recientemente entre el alumnado de 4º de la ESO del País Vasco. Y no es tarea fácil desmontar en diez o doce sesiones de clase una forma de pensar y de ver el mundo tan arraigada en muchos adolescentes. Sin embargo, esperamos, al menos, haber sembrado la semilla de la duda y haber sentado las bases para que el alumnado de estas edades no sea tan permeable a la publicidad y reflexione de una manera crítica sobre este tema.
En este padlet se recogen algunos de los productos finales del alumnado.
Estos productos finales han sido bastante desiguales, como suele ser habitual cuando son los propios alumnos y alumnas los que los elaboran. De hecho, aunque se diga muchas veces en privado pero raras veces se reconozca en las charlas de los grandes eventos educativos, hay alumnos y alumnas que, efectivamente, dentro de sus posibilidades y de los medios de que disponen, se esmeran en hacer su trabajo lo mejor posible; sin embargo, es bastante habitual que la mayoría se conforme simplemente con salir del paso. Y en esto, por desgracia, no se diferencian demasiado del mundo de los adultos. Tampoco ayuda mucho el hecho de que el instituto en el que estudiamos carezca de wifi y no cuente con una mínima dotación tecnológica, lo cual obliga al alumnado a realizar parte de las tareas fuera del horario lectivo y le impide al profesorado hacer el acompañamiento necesario. Y aprovechando las circunstancias, quiero denunciar el hecho de que haya centros públicos en estas circunstancias mientras que determinados centros concertados, que disponen de una infraestructura de hotel de cinco estrellas, cuenten con subvenciones estatales. De hecho, siempre nos están vendiendo en los medios de comunicación el modelo finlandés de enseñanza, pero pocas veces se nos dice que la enseñanza en Finlandia es totalmente pública y gratuita. Como tampoco se nos dice que el gran “secreto portugués”, que ha hecho que en el país vecino los informes PISA mejoren en casi 30 puntos en un breve periodo de tiempo, se ha logrado promoviendo una escuela pública, de calidad y con muy buena reputación social, después de recortar, y en ocasiones incluso eliminar, la financiación de los centros concertados. Algo complicado de hacer en España porque -como decía don Quijote- "con la Iglesia hemos topado".
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