Hacía ya varios años que seguía desde la distancia los encuentros de Aulablog y en más de una ocasión me había planteado ir pero, llevada por mi innata timidez, no me atreví nunca a hacerlo. Sin embargo, como siempre hay una primera vez para todo, me prometí a mí misma que de este año no pasaba. Quizás influyera en ello el hecho de que el encuentro se celebraba en esta ocasión en un enclave que me resultaba muy familiar: la preciosa localidad salmantina de Ciudad Rodrigo, muy próxima al pueblo donde yo nací (también precioso, por cierto). Era una manera como otra cualquiera de no sentirme tan extraña. Aunque tengo que confesar, para no faltar a la verdad, que lo que más me ayudó a sobreponerme al miedo y al vértigo que me producía este primer contacto con Aulablog fue la presencia de mi compañera de EduCaféBilbao Garbiñe Larralde (@garbinelarralde), la maga de los rotuladores, con la que tuve la suerte de compartir coche, hotel y unos días inolvidables.
Nuestra llegada a Ciudad Rodrigo se produjo el jueves 7 de julio y la primera tarea que se nos encomendó fue la de decidir el emplazamiento del mural colaborativo en el que los asistentes al evento iban a garabatear en los días venideros sus impresiones, vivencias y sentimientos en torno a todo lo que allí aconteciera. Aunque, en realidad, fueron Garbiñe y Monse Poyatos (@mpoyatos) las que tomaron todas las decisiones en este sentido, mientras que yo me limitaba a escuchar sus aportaciones y sugerencias en el más absoluto y respetuoso de los silencios, esperando a que toda la creatividad que emanaba de ellas se esparciera milagrosamente por el mundo durante unos minutos... y algo me tocara a mí. Aunque solo fuera un poquito. De hecho, creo recordar que la única aportación que hice a ese derroche de imaginación que demostraron Monse y Garbiñe fue la idea de poner las mesas en vertical. Bueno, y también ayudé a colocar y mover las mesas que utilizamos para tal fin, porque para eso lo único que se necesitaba era tener brazos, piernas y saber caminar.
Visual Thinking. Foto de Berta Martínez (@bertamares) |
Tras este primer contacto con Aulablog, llegó la mañana del viernes 8 de julio, que se inició con una original yincana que nos permitió recorrer algunos de los rincones más singulares de Ciudad Rodrigo sin perder la ilusión ni la sonrisa, a pesar del sol abrasador que se cernía sobre todos nosotros.
Nuestro equipo con el diploma obtenido tras completar la yincana. Foto de Javier Monteagudo (@jmonteo ) |
Y, tras reponer fuerzas en una de las muchas terrazas que salpican la bonita plaza de Ciudad Rodrigo y de comer en agradable compañía, llegó el momento más esperado del día: la apertura oficial del evento, que tuvo como maestro de ceremonias a Roberto Aguado (@RaguadoR) y como marco incomparable el Palacio de los Águila. Roberto Aguado comenzó su discurso apremiándonos a visitar nuestra área ignominiosa y a colocarnos las lentes de abeja para ver el lado positivo de los demás. Pero la palabra clave alrededor de la cual giró todo su discurso fue el acrónimo CASA, que recoge las cuatro actitudes que debemos cultivar en el aula: curiosidad, admiración, seguridad y alegría. Se apagaron las luces y Roberto Aguado nos sugirió cerrar los ojos (más de uno confesaría más tarde que se durmió en medio de aquel extraño experimento colectivo), mientras que él, con su voz grave y profunda, nos sumergía en otros mundos (aunque para voces... la de Oscar Martín (@oscarmartincen)). De ese letargo, que no acierto a decir cuánto duró, nos despertó Roberto Aguado con una invitación a abrazar a las personas que teníamos a nuestro alrededor. Yo, en ese preciso instante, tenía la fortuna de tener a mi izquierda a Irene González, de @bloggeando, a la que aprecio mucho; y a mi derecha a César Poyatos (@cpoyatos), a quien admiro profundamente. Siempre había pensado que alguien como César Poyatos tenía que ser un ente de ficción surgido de la imaginación desbocada de un visionario. Porque -pensaba yo- una persona tan joven como él no puede ser tan inteligente, original, creativa y hacerlo todo tan bien siendo un simple mortal de carne y hueso. Pues bien: hoy puedo dar fe de que César Poyatos existe, que es real y que, por si esto fuera poco, es una persona agradable y cercana. Y como tuve la oportunidad, además, de darle un abrazo, también puedo certificar que no es un holograma.
Genial resumen visual de la charla de Roberto Aguado. Realizado por Garbiñe Larralde (@garbinelarralde) |
Y a continuación llegaron los talleres, que se iniciaron el viernes por la tarde y se prolongaron a lo largo de toda la jornada del sábado. Allí hice mi primer stop motion con Josu Garro (@otxolua), me inicié en la robótica gracias a Rafael García (@raspael), me sumergí en los paisajes de aprendizaje de la mano de Charo Fernández (@yalocin) y asistí a una lección magistral de creapptividad impartida por Javier Monteagudo (@jmonteo) y César Poyatos (@cpoyatos). Todo un lujo. Una lástima que muchos de los talleres fueran simultáneos y no pudiera asistir a todos ellos.
El domingo no hubo talleres pero fue un día cargado de emociones: se leyó la memoria anual de Aulablog, asistimos a la llamada “mesa de novatos”, se entregó el premio Sekeirox, se produjo el bautizo colectivo de los aulabloggers que cumplían cinco años, asistimos a una mesa redonda en la que se debatió sobre educación... Y, como broche final y dirigidos por Isidro Vidal (@Isidro), bailamos la tradicional polka de Aulablog ante la mirada asombrada de las decenas de mirobrigenses y turistas que en esos momentos se resguardaban del sol en las terrazas de la Plaza Mayor de Ciudad Rodrigo.
Mi más sincera enhorabuena a Alfonso (@gsal67) y a Ana (@Anuska72) por la impecable organización de este XI Encuentro de Aulablog; mi más sentido agradecimiento a todos los miembros de Aulablog que hacen posibles estos encuentros año tras año; y mi más cariñoso saludo a todas las personas con las que tuve la oportunidad de compartir talleres, comidas, cenas y desayunos durante los días que duró el Encuentro. Fueron tantas que me resultaría imposible mencionarlas a todas.
Foto de familia realizada por Josu Garro (@otxolua) |
¡Me encanta el resumen!
ResponderEliminar¡No falta nada en esta crónica tan bien resumida!
Un saludo y contamos contigo para el año que viene.
Muchas gracias, Maru. Sí que me gustaría regresar el año que viene, así que intentaré hacer méritos en el trabajo a lo largo del curso para que sean generosos conmigo y me dejen ir:-).
EliminarDespués de EduCafeBilbao, el CITA, las JEDI y... ¡ya no eres ninguna novata, aunque te estrenaras en aulaBLOG! Me encanta saber que tu primera experiencia aulabloguera fue estupenda y me alegro de que ya te sientas como en casa; ya sabes que siempre eres recibida con los brazos abiertos. Antes de Aguilar, seguro que volvemos a coincidir en varios saraos educativos. Ahora, ¡feliz verano!
ResponderEliminarDice la RAE que "novato" es el "nuevo o principiante en cualquier facultad o materia", así que novata sí que soy, Marcos. Experta en nada y aprendiz de todo. Que disfrutes tú también de las vacaciones (no te diré que en buena compañía porque esa ya la tienes asegurada). Ahora nos toca a todos descansar para poder volver después del verano con fuerzas renovadas. Un beso para ti y otro para Maru. Me alegra mucho que os hayáis pasado por aquí.
Eliminar¡Bravo Itziar! No te has dejado nada. !Ya me gustaría a mi escribir como lo haces tu! Ha sido todo un placer compartir contigo viaje, habitación, comidas y charlas. Tras dos experiencias estupendas (CITA y Aulablog) junto a ti ,ya estoy esperando la siguiente :-)
ResponderEliminarY a mí ya me gustaría dibujar la mitad de bien que lo haces tú. Porque ya sabes: "No me cuentes historias... ¡Dibújamelas!":). Practicaré un poco este verano a ver si mejoro algo. Un abrazo enorme, Garbiñe. Nos veremos a la vuelta de vacaciones.
EliminarEstaba convencida de que te había dejado un comentario. ¡Soy un desastre! Me encanta tu crónica, precisa y sincera. Para mí, fue un placer conocerte. Espero coincidir en otros saraos de nuevo. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarYo también espero volver a coincidir contigo. Contagias tu buen humor:). Un beso y gracias por el comentario.
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